Después de un curso de economía del desarrollo, algo neoclásico, siento como algo que se puede definir como un lavado de cerebro. Los argumentos a favor de la libertad económica eran irrefutables, ¿quién se pone contra un experto pesado de la economía que tiene más años que uno escribiendo sobre lo mismo? Al menos yo no. Las discusiones de Mr. Debraj están bastante congruentes, ordenadas y claras, no lo acusaría, así nada más y de repente de conspiración o de una simple verborrea ideológica.
Creo que decir "neoclásico" lleva una especie de peso de temor, como algo a lo que hay que refutar para ser aceptablemente inteligente en un determinado círculo. Debraj explica muy bien los efectos de la desigualdad y la pobreza en los sistemas económicos, y uno no concluye precisamente que la oferta y la demanda acabarán con todos los males. Por mi parte terminaría diciendo que la pobreza es una muestra de que una intervención del Estado es necesaria. Obviamente la cosa no es fácil, la política, el derecho y la economía no parecen hacer buena combinación en estos tiempos.
Esto aquí se acabó, los post largos serán mal vistos en esta nueva oleada de actualizaciones que espero cumplir
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
Suscribirse a Entradas [Atom]