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Ayer el IFE cumplió con su anunció y publicó algunas actas de escrutinio de las elecciones federales pasadas. No me he puesto a revisar si a las que se puede acceder son las que “aritméticamente no son consistentes” o si todo depende de una distribución del trabajo que no conozco todavía, pero el caso es que no están todas aún. Nadie me cuestionará sobre mi falta de buena fe, si consideramos el tema en los meses anteriores y la calidad de los consejeros.

Ahora que este intento por manifestar transparencia se pone otra vez a nuestro servicio, sólo puedo pensar otra vez en la transparencia como tal. Está claro que como una organización, o como un grupo, el IFE busca sobrevivencia, como sea: en el estima ciudadano, como ejemplo de guardia de las reglas, como dispensador de recursos, etc. Y escanear y poner en la página algunas actas es simplemente un movimiento para garantizar esa sobrevivencia, aunque sea débil. Transparencia y sobrevivencia no están precisamente unidos.

Esas actas podían ser conocidas desde hace mucho tiempo. El PRD subió algunas, e incluso el PAN, para no flaquear demasiado hizo una exposición, con cariz de burla de los que reclamábamos conteo de las boletas. Y esto del IFE, no es tan nuevo, y no es tampoco transparencia del todo.

Está bien, ya dijeron que no al acceso a las boletas electorales, a pesar de que Ugalde se contradijo varias veces cuando le preguntaron sobre el tema. Sean documentos de un tipo o de otro habrá que esperar, aunque no haya muchas esperanzas de encontrar algo muchas alcaraciones democráticas, tomando en cuenta todo el tiempo que han permanecido los paquetes electorales en manos débiles.

La exhibición de actas no es por sí misma la exhibición de que las pasadas elecciones fueron limpias. Si se colocan todas, y algunas personas pueden organizarse para revisarlas, las actas con errores saltarán a la vista, y el IFE demostrará su falta de capacidad para organizar las elecciones pasadas, que bueno, se realizaron, pero no con los ciudadanos adecuadamente capacitados y con los resultados enteramente claros.

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Sé que todo esto de la elección, que si Fecal, que si fueron limpias, que si el Tribunal dijo, ya parece duro, o mejor dicho, enquistado, en este blog. Me siento, de cierta forma, incómodo escribiendo sobre lo mismo, pero creo que seguiré haciéndolo mientras parezca que a todo mundo se le olvidó la poca calidad de la democracia mexicana. Y por supuesto, no pienso recordárselos con este insignificante blog, sólo escribirlo, y ya.