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El blog más punk de México y alrededores, me consta.

martes, 13 de junio de 2006

 

News on, on, on, on, on

Uno se puede despertar o seguir todo el día con una noticia a través del google o un reader news muy bien hechos para pasar puras banalidades. Nunca, en mi corta historia de cazador de noticias habia visto repetida, con tanta insistencia y tratando los mismos puntos, una noticia. En este caso sí, era la muerte del líder terrorista de Al Qaeda en Irak, Zarkawi. Desde la medianoche hasta la madrugada, el dia, la siguiente noche, otra vez el dia, mejor dicho, varios dias viendo la cara mofletuda, caracteristica de un cadáver.

Luego, tres suicidos, inesperados como todos, pero donde menos eran convenientes: en Guantánamo, base de vejaciones o por lo menos, de las sospechas de que allí ocurren. Las dos noticias repetidas, la primera mas que la segunda, relacionadas con el terrorismo y la vagamente definida lucha contra éste. Una con visos de triunfo y la otra de fracasos. Los discursos no se detuvieron.

Por un lado se le atribuyó a la muerte de Zarqawi el fin la de insurgencia iraquí, en un arranque de efusiva idiotez. Con la de los suicidios se revivieron las protestas contra la detención ILEGAL de ahora 460 presuntos terroristas, abandonados allí sin juicios dando pie para reencontrarnos con abanderados de los derechos humanos. Sin más, las repeticiones fueron ensordecedoras.

La muerte del lider terrorista se repite sin cesar generando un clima de pretensiosa calma, incluso se le adjudica una cierta reducción de los precios internacionales del petróleo, cuando esa muerte no ha significado paz en Irak, menos muertes de civiles, o menos violaciones de derechos humanos. Para Bush, capitalizar la muerte de Zarqawi es mas que fundamental en los tiempos que corren, acosado por su baja aprobación ciudadana. Nada caía mejor que la muerte de un satanizado, para dar la idea de que se ha avanzado contra el terrorismo, unos pasitos de bebé frente a obsesivos padres.

A la gente se le olvida cuál es la verdadera insurgencia en Irak, o mejor, cuál es el verdadero problema que enfrenta el retrasado Bush. Un individuo que fanfarroneaba con videos y sonidos amenazando a occidente era solo parte de la mercadotecnia de un grupo debilitado y en sí, no eran suyas las verdaderas muertes, sólo las azuzaba. Los grupos antagónicos en Irak, sunitas, chiítas y demás ¿son también terroristas? Para Bush, habrá que matar y festejar la muerte de otros tantos miles para darle legitimidad a su guerra, hasta que no quede rastro de carros bombas, suicidas o “proyectiles mal dirigidos” a asentamientos civiles.

Y con ese potencial cinismo, los suicidios han sido moteados como actos de guerra contra el gobierno de Bush, aprovechando la publicidad que tendrían. Sólo creyendo que el mundo es estúpido alguien puede redactar un discurso tan ominoso. Si se acepta la tesis del suicidio, los tres ahora muertos no podían pensar en otra cosa más que terminar con su incertidumbre, y de alguna manera lo hicieron al ahorcarse. Sin embargo, los periódicos gringos, entrando en ese discurso paranoico y legitimador de las permanentes burlas, han puesto en primer lugar sus preocupaciones sobre la vigilancia de las celdas, y la correcta administración de la cárcel para que esto no ocurriera u ocurra; después viene el asunto de las violaciones de derechos humanos, que en general, seguramente obligaron a estos hombres y a los que lo han intentado (41) al suicidio. Y si fue un plan, no se ha tratado de un plan de guerra contra los inermes e inocentes huestes gringas (guerra asimétrica), sino para generar mas presión sobre la exigencia de cerrar Guantánamo y liberar a los chivos expiatorios.

La unica superpotencia, como se jactan cuando los llaman así, los EEUU, parece desear la falta de democracia y transparencia, cuando transforma actos desesperación como de libertad y alevosos, a cambio de un poco de sabroso poder. Aunque esto sea una obviedad, como se recurre con tanta cobardía a la democracia para arreglar los problemas del terrorismo, se pueden contrastar las constantes y referidas contradicciones. Así se interpreta el mundo del Bush por sus discursillos: Ley = guerra ilegal, “paz =guerra contra el terrorismo” , Derechos humanos = vejaciones, sospechoso = terrorista, guerra asimétrica = tres suicidos, etc, etc, etc

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