El blog más punk de México y alrededores, me consta.
Hoy, domingo temprano (casi ayer), seco, aburrido; que cualquier sigla que comience con T me remite a un tribunal internacional de no se qué, es más señal de haber estado leyendo datos y datos inútiles que de saber qué son esas letras. Y si lo escribo es porque intento entretenerme.
Se multiplican las páginas de los libros que no me motivan más que lástima por sus autores. Me dan la impresión de que el único trabajo que realizaron al escribirlos fue intentar una redacción complicada para que no se noten las repeticiones.
Mera información personal: cómo se les ha ocurrido percibir algo, cómo lo clasifican, qué sienten respecto a otros, y la ineludible busqueda de legitimidad científica que los hace mas obsesivos....etcétera. No sé, ¿es obligatorio saber que existen estas cosas?
Aprovechando el repasado primero de mayo que se acerca, con toda la expectativa incongruente e hipócrita que ha generado, dejo la imagen de un libro que seguramente no han leido los detractores del sistema capitalista que pugan al mismo tiempo por el reparto de utilidades y aumento salarial, que les garantiza la descarnada economia de mercado.

Bueno, no digo que este mal, si de eso se trata, digo que su discurso radicalillo
es incongruente. Y en este libro por lo menos se puede percibir otra necesidad, un aire factible. Claro, el autor no puede deshacerse de su visión mesiánica y romántica respecto a los obreros: producto de la moda francesa después de mayo de 1968, él mismo lo dice, de "establecerse" para motivar la lucha de los obreros. Una forma de decir, que los trabajadores están tan dominados que ni siquiera pueden pensar todos y al mismo tiempo en que los están explotando. Aunque no sé si sea cierto, tampoco estoy seguro de lo contrario.