El blog más punk de México y alrededores, me consta.
Recordando lo que he escrito en este blog, reviviéndolo de entre mis conexiones neuronales no puedo aguantar las ganas de reírme, de burlarme de esas salpicaduras de narcisismo, de egolatría y megalomanía. Llamarle salpicaduras es una estupidez, reconozco que son unas completas bazofias, una bola de palabras acomodadas de la forma exacta para provocarme, ahora, vergüenza, y hacer de sus lectores unos fantasmas engreídos burlones, acomodados frente a un monitor, de la ignorancia que me aqueja. He dicho que las he recordado, releerlas me provocará una mirada romanticona, una paradójica nostalgia por aquel imberbe que se atrevió a escribir, suspendido por el deseo de expresar de la forma más exacta lo que deseaba sentir . Y lo sigo siendo, reconocerlo es reafirmarlo. No hace tanto que comencé a hacerlo, no he cambiado esa exagerada manera de mirar a la gente, tampoco ese vicioso lenguaje de burócrata, ni los terroríficos sueños que me abruman cuando socializo más de lo normal, ni esas visiones de transformarme en la persona que más desprecio: de caer en el mismo pinche hoyo que observo, que regularmente le siguen a una forzada platica producto de la socialización que he mencionado. ¡Que manera tan miserable! ¡Que contradicciones!
Podría tener otro blog donde se note más todo lo que estoy diciendo, uno, en el que la apariencia de este se desvanezca, donde sea el nerdo de todos los días, el indiferente de todos los días al que no le importa la muerte ajena, el egoísta y el cínico, y no este, que intenta disimular ese comportamiento con líneas y lineas imperfectas y aberrantes. Y decirlo significa otra sarta de incongruencias, donde queda al descubierto ¡OH al descubierto!, lo que no puedo ser, esa duda, esa indefinición tan absurda sobre el futuro y las obligaciones que entraña ser un adulto universitario, un pendejin mas del medio millón de estudiantes, y dejar de desear encontrarme en un mundo en el que pueda decir: “¡chin, no quería hacer eso!” y deshacerlo de la misma manera que desaparezco los errores ortográficos de este escrito, sin métodos ampulosos para remediar algo, sin pedir disculpas, sin andar por allí, con los sesos divididos por un error tomado tan serio. ¡Por qué no hacer la vida algo inherente y no una carga!
Ya he tomado decisiones y no me he dado cuenta, he estado distraído y no le he estado, como un espantapájaros, no he planeado nada, pero las decisiones ya están, y esta patética redacción me hace sentir que estoy redundando, en verdad lo estoy haciendo. He llegado a esa edad, 18 años, donde te dicen que eres joven y blablablabla pero que eres una adulto, ¡y alguien se imagina el terror que siento ante esa palabra! No puedo verme como tal, sigo siendo el mozo que abrió este blog…. y sigo condenando de pendejas a todas las gentes que se han creído el discurso. Y tal vez yo no sea más que otro que se lo ha creído, pero de manera negativa, que trata de contradecirlo porque sabe bien que no es para tanto, que no se necesitan 18 mugrosos años atascado en este pedazo de roca para ser adulto. Me han hecho sentir viejo.
Ya no sé qué vale más, no encuentro los encomiados beneficios de integrarme al mercado laboral, ya el simple nombre es una denigración total, ser un puntito pendejo más del capital humano (para que no se escuche tan feo), de ser ese zombi casi de metal. No puedo evitar decir QUE TRABAJAR ES LA MAYOR ESTUPIDEZ DE TODAS (decir esto es poco). Nunca lo he hecho, al menos, como la bola de indios que se van a buscar un patrón, con la esperanza de obtener un billetito que les ayude a adquirir sus adoradas mercancías (unas chanclas, una novia y un carro cuando mucho) ¡es increíble esa estupidez! Entregarle el tiempo a un sujeto que cada minuto que te pudres soportando gente, él se pudre en dinero. Dándote premios, cual animal amaestrado, con el fin de sosegar inconformidades, manteniéndote allí, mirando de lejos la riqueza que produces, mientras te hacen pendejo con un mísero salario por unas horas de tu corta vida, de tu inútil vida. Realmente nunca he trabajado, y creo que es lo único que he planeado, no trabajar de esa forma. Y pensar que de alguna manera que desconozco, soy parte de esa cosa, soy otra mercancía, pero con otro nombre: consumidor, al igual que tú, que lees esto y gastas el dinero de tus padres en estas pendejadas. Ni siquiera se puede sentir esa proclamada pendejada de INDEPENDENCIA por medio del trabajo, es un idiota el que crea que por su esclavización voluntaria, por su inclusión en esa aberración será alguien que se pueda separar de sus padres y su pequeño o grande circulo social.
¿No es esa ridícula sensación producto de otra ridiculez: mi desesperada desilusión de la gente, de esos seres que se empeñan cada día en parecer pedazos de carne con un trozo de cerebro, en ser felices sacrificando la razón al dios de la estupidez? De esos individuos que crearon el derecho, o le permitieron que naciera, y convirtieron ese sistema en un gran monumento de hipocresía, que casi expresa la pretensión del fuerte frente al débil, de darle una porción de su poder, por simple lástima, por sentirse humano al compartir lo que ha cosechado de la competencia. Y la justicia, su prostituta, un concepto para hacerse creer que dar a cada quien lo que merece es bueno. Nada tan relativo. Y nada mío tan ignorante, tan simplificador, aunque reencarne en cada cosa.
O un cansancio,
O un deseo,
O un error más,
O ver por esas rendijas que abandono en cada post
O quien sabe qué chingadera
He decidido inaugurar la nueva etapa de este blog, llamarle así es otra pendejada, donde eliminaré los links que lo único que hacen es un circuito: ellos tienen esta página entre sus links y yo a ellos, sus visitas llegan a mi página y yo los remito al que los mandó a esta cueva. Prefiero tener los enlaces de gente que no conozco, o prescindir de tales medios que se han convertido en adulaciones y dejar que se utilice esa barra que aparece en la parte superior de este blog, para que se den cuenta de la repetición que abruma a esta bola de gente. Además de otros cambios que son evidentes.
Así es, 3…2…1… aunque siga echando mierda