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¿Qué tiene de especial que la tierra ya haya girado 18 veces alrededor del sol desde que nací, y más desde que un óvulo fue fecundado por un espermatozoide? ¿Por qué aprovechamos esas invenciones astronómicas para salir a alguna parte a matar la rutina cuando podemos hacerlo en el momento en que se nos de la gana? A ver, este planeta es un punto brillando como los muchos que vemos pegados en el cielo durante la noche, eso es lo que festejamos, que ya tenemos dando vueltas una espelúznate ínfima cantidad comparada con lo vieja que está la tierra, ¿Qué son 18 años en 4000 millones de años? Es como un estornudo, así de simple, así de rápido, ¿Cuántas personas en esta masa tienen el mismo tiempo contaminándola? ¿Y a quién le preocupa? ¿Cuántas personas habrá comiéndose un pastel este día y tirando platos desechables? Somos verdaderamente chistosos, o mejor dicho, ridículos, ¡ya sé! es por eso que los griegos inventaron una mitología asombrosa, para justificar su existencia: somos las mascotas de los dioses; imagínense si nos los quitan, seremos vagabundos sin causa ¿a quién haremos reír? Ya no podremos ser tan ridículos. Bueno, esto es bastante absurdo y estúpido.