El blog más punk de México y alrededores, me consta.
Como lo había hecho su ascendencia ella también deseaba un roce con los labios de un sujeto desechable. No lo obtenía de su artefacto oficial y corría, al calarle la frustración, con otro artificio que sí cumplía sus vanidades. El primer artefacto la descubrió y ella, para cubrir su estupidez, colocó una frase de sublimación personal en la recepción de su antiguo robot, pero no funcionó: la execró, la escupió y la subestimó diciéndole que no era mucha su capacidad porque todo lo había predicho gracias a una leve inspección. Y él se calló para observar la vergüenza y explosión de la máquina calentadora (tercer artefacto)